lunes, 20 de marzo de 2017

Ya es primavera!

Bueno, un mes más, me paso por aquí.

Sé que podría escribir más pero mejor tener esta vía de escape en pequeñas dosis. No es del todo sano que siga por aquí pero me gusta escribir de vez en cuando, así que es lo que hay.

Sigo en tratamiento con psiquiatra y psicóloga, sigo yendo al médico por mi pobre espalda y sigo sin encontrar trabajo.

Voy a la psicóloga una vez por semana, seguimos hablando de mis mierdas y sigo sin un diagnóstico o algo similar. Prácticamente es lo que decía en mi último post: Voy, cuento mis mierdas y me voy.
La cosa es que últimamente con las pastillas estoy teniendo un buen estado de ánimo, así que cada semana cuando me pregunta qué tal estoy, pues mi ánimo mejora. De todos modos, si estoy así por el efecto de las pastillas, el día que me las retiren voy a volver a estar como siempre.

Pero bueno, ya se lo comenté a la psicóloga y me dijo que todo esto es a largo plazo, así que me fío de ellos y del criterio que tengan, que por algo están ahí.

Al psiquiatra lo veo cada semana prácticamente, porque la medicación que me estuvo dando no me hacía efecto:
Las primeras semanas con un comprimido de lorazepam para dormir, sólo me hizo efecto la primera semana y me esperé a la 2º para comentárselo.
Pasamos a dos comprimidos de lorazepam y desde el primer día tuve problemas para dormir. Me esperé otra semana para que decírselo.
Pasamos a un comprimido de quetiapina antes de dormir. No pude mantenerme más de tres horas dormida, con muchas pesadillas, bajadas de tensión, mareos horrorosos y temblor de piernas y manos. Una semana horrible en la que volvieron mis ganas de tirarme a las vías del tren.
Se lo comenté a la psicóloga y me dijo que eran efectos secundarios normales al principio, que a la semana de estar tomándolo a diario se me pasaría y así fue. Desde entonces (hace una semana) estoy durmiendo como nunca, 9 o 10 horas del tirón, con sueños tranquilos y sin ninguna pesadilla. Estoy como nueva.
Mientras tanto, tomo una pastilla de fluoxetina cada mañana hace mes y medio y mi ánimo mejora por momentos. Tengo poquita ansiedad, me he dejado de morder las uñas y ya no tengo tanta ansiedad por comer.

Estoy bajando de peso, desde que empecé a tomar la quetiapina estoy comiendo cada vez menos y tengo mucho menos apetito, me lleno enseguida. Hace dos semanas pesaba 1,300 kg más. No estoy yendo al gimnasio y tampoco he dejado de comer según qué cosas (donuts, chocolate, galletas) pero tampoco me estoy pegando atracones.

Por lo demás estoy mejor. Estoy yendo a una fundación que ayuda a gente con problemas mentales a encontrar trabajo y voy obligada... No me gusta nada porque me siento fuera de lugar.
Una cosa es que yo esté deprimida y otra muy distinta que tenga algún problema tipo retraso mental, el grupo en el que estoy son de gente más joven (17-20 años) a los que les falta un par de hostias en la vida, y, sobre todo, que odio a la gente. Odio estar allí. Cada minuto que paso allí es odio puro.

También estoy haciendo amigos, o conocidos. Me instalé una app de conocer gente por hobbys y conseguí entrar en un grupito de gente muy fan del anime, videojuegos y demás... Son gente majísima y nos vemos muy muy a menudo. Vamos al cine, a cenar, a clase de baile, a jugar a las cartas o a cualquier plan de mierda (incluso quedarnos en el pans&company hasta la hora de cierre charlando). Estoy muy contenta de haberlos conocido y espero que esto dure, la verdad, porque me ayuda muchísimo conocer gente y salir de vez en cuando. Fui con Dani a una de las quedadas y se han llevado también genial con él, así que cada semana estamos yendo dos o tres días con ellos a pasar el rato.

Lo malo es que si los veo demasiado a menudo me agotan mentalmente, estar con gente es algo agotador, aunque me lo esté pasando bien me cansa muchísimo. Así que este finde estuve con Dani en casa sin salir casi para nada jugando a la consola o viendo la tele, recargando nuestras baterías de silencio. Me encantan estos findes vagos.

Esta semana tengo que ir a la fundación, a la psicóloga, a donar sangre y a la farmacia a recoger mis drogas. También a quedar con esta gente y a un concierto de un amigo de Dani. Está bien tener cosas que hacer, eso me ayuda muchísimo a seguir adelante.

Hoy peso 57,3. Tengo que ir al gimnasio. -.-