miércoles, 21 de octubre de 2015

Hablemos de otros vicios.

Hola, buenas.

Sé que no estoy comentando a nadie, pero ando escasa de tiempo y desde el móvil si ya es horrible publicar, mucho más lo es comentar. Lo siento muchísimo, pero en cuanto tenga tiempo me pongo a leer y comentar.

Quería hablar de otros vicios, más que nada porque estoy un poco cansada del mío y quiero probar cosas nuevas.

Bromitas aparte, sé que muchas de las personas que me leen (y a las que yo leo) han tenido familiares, amigos, e incluso ellas mismas han tenido que lidiar con adicciones. Alcohol, pastillas, maría... Lo que sea.

Estoy un poco preocupada por alguien y me gustaría saber algo más del tema, si alguien ha tenido que soportar la adicción de alguien cercano o si la ha vivido en sus carnes. No busco nada en específico, sólo necesito que alguien me cuente algo.

Me estoy informando por internet, lo típico de páginas de pseudo-salud y wikipedia, pero me gustaría conocer vivencias reales de gente real.

En fin. Sigo sin pesarme, y hoy he tenido mucha más hambre que de costumbre.
Al mediodía en vez de comer algo sólido y consistente me comí una taza de sopa, pero en dos o tres horas moría de hambre... Luego merendé y cené.
Lo malo de esto es que mi cuerpo no se acostumbra a la cena y me engorda sí o sí, no importa que cene otra tacita de sopa... En fin. Algún día me pesaré, por ahora ya tengo suficiente poca autoestima como para soportar un número más alto.

Besitos.

martes, 20 de octubre de 2015

Oh, ¿otra vez?

Sigo sin pesarme, pero me quité un poco el mono de comida... Hoy me he controlado más, vamos.

Ayer sobre todo me hinché a comer. No sé, hoy lo he hecho bien... No sé si mañana me pesaré, la verdad es que me siento una mierda y no me apetece, quizás me motive... O quizás termine de hundirme en la miseria.

Quizás pese 58 largos. ¿59? ¿He consumido 7.000 calorías como para haber subido tanto? Igual hasta 60. Qué rápido se sube, qué fácil. Cómo cuesta bajar.

Hoy me he sentido en la obligación de publicar, no porque mi día haya sido interesante (o una basura deprimente, para variar), sino porque mientras veía a mis padres cenar, en la televisión dieron una mini-noticia, una vez más, de los blogs ana/mía. De princesas.

Cada vez que dan esa noticia, de ese tema, abundan las imágenes de blogs de este tipo. De nuestro tipo. No hacen distinción entre blog de vivencias y blog pro-ana. No diferencian entre una persona que cuenta lo que sufre y entre una que quiere ayudar a enfermar a las demás.

Cada vez que sale esa noticia... TIEMBLO.

¿Sabéis por qué? Porque veo páginas amigas. Y a pesar de mi anonimato, y de lo cuidadosa que he intentado ser siempre, tengo pánico de haber dejado algún cabo suelto. Alguna pista, alguna foto que quien la vea, pueda reconocerme. Algún dato.

Me asusta de verdad.

Veo tantas páginas que conozco... Y comparto la mesa, con mis padres, mientras ellos comen.

Ellos miran las noticias sin decir nada, y yo intento hacerme la tonta. Porque sé que a mi hermana le hablaban de lo que creía que tenía. Sé que alguna vez me han escuchado vomitar...

Ahora no se preocupan porque estoy gorda, o sea, lo entiendo. Pero no sé qué piensan cada vez que sale eso. Si se preocupan, si le prestan atención, o es una simple noticia más, como una bomba en palestina o más niños africanos muertos.

Pero el miedo es real, muy real.

lunes, 19 de octubre de 2015

A tomar por culo. En serio.

Estoy demasiado harta, cansada y sí, desmotivada.
Tantos meses estancada, pasando hambre, haciendo ejercicio, tomando pastillas. Y nada.
Lo que bajo vuelve a  subir.

Así que sí, voy a hacer lo que me dijo Alice (ya lo llevaba pensando hace unos días), voy a tomarme un descanso. Probablemente vuelva a engordar.

Pero estoy harta de todo. Que se preocupe por 'esto' mi yo del futuro. Mi yo del presente no quiere estar agobiada.

viernes, 16 de octubre de 2015

Ya, pero no.

En fin, sólo tenía que abjar 100 gramos.

Y no, no lo conseguí. Nada de llegar a un 56. No.
De eso nada.

Hoy estoy en 57.8.
En fin.

Llevo una semana terrible con el tema peso. Estoy súper agobiada (y por otras cosas también), me dan ganas de mandarlo todo al mismísimo carajo. Y comer, y engordar. Que eso sí que lo consigo sin esfuerzo.

Me da tanta pena, tanto asco. Tanta frustración.

Quiero rendirme, de verdad que no puedo seguir así.

sábado, 10 de octubre de 2015

57.0 - Cinco días para bajar 100 gr.

Sí, así vamos. Subiendo el listón.

Donde antes bajaba kilo y medio en una semana (o incluso menos), ahora no puedo ni bajar 100 putos gramos. ¿De dónde viene el reto? Pues desde Enero que estoy haciendo una 'tabla' de pesos, una manera de medir lo que consigo a largo plazo. Cada quince días apunto el peso.
Con dos días al mes, puedo ver si progreso o no. Y teniendo en cuenta que durante los últimos dos meses -por lo menos- pone que he estado pesando entre 57 kilos y 57 con poco.

Así que nada, sólo pido eso. Ver un puto 56.9  por lo menos en mi calendario de pesos.

Estoy consumiendo mogollón de verduras, incluso fruta, con lo poco que a mí me gusta. Salgo a caminar todos los días y blah blah blah. Pero nada, ahí estoy. Ayer pesaba 56.8, pero como cené tres tortitas hoy estoy a 57. Así de guay soy.

En fin, poca cosa más. Lo único que puedo contar así de guay (igual que el resto de la entrada) es que he vuelto a discutir con Dani y que al final aprobé el teórico del coche. Necesito dinero, y bueno.
Un trabajo.


domingo, 4 de octubre de 2015

57.0 y pensamientos varios.

¡Hola buenas! Hace exactamente un mes que no actualizo.

¿Que por qué? Porque mis padres me han capado internet y es complicado actualizar desde el móvil. En fin. 22 años y castigada sin internet, ¿eh? Yo viví sola, yo fui independiente.

El mes pasado fue bastante movido, tuve el examen práctico de conducir (y lo suspendí de vuelta), pero como me caducó ya el teórico -tiene validez de 2 años, y si no te lo sacas en ese plazo, te lo tienes que volver a sacar. Me dio todo el bajón, la rabia, la impotencia de haberme gastado todos mis ahorros con el puto carnet del coche y mil cosas más, además de soportar la falta de empatía que hay en mi casa, y que en cuanto hago algo mal, me echan en cara todo lo que me ha salido mal en la vida, que, por cierto, viene siendo casi todo.

En fin, que después de eso me fui a Barcelona con Dani, unos diez días o por ahí... Volví y me empecé a sacar el teórico de vuelta, estuve dos semanas con eso y mañana me vuelvo a presentar.
Pero por ahí no van mis pensamientos, he estado dándole vueltas al tema del peso.

Cuando me fui a Barcelona pesaba 56.5 aprox, subí de peso allí.
Hoy peso 57 kilos. Ayer, 57,8. Estaba con la regla y me estanqué ahí un par de días, y a pesar de estar controlándome, pues nada, tenía un 57,8 inamovible.

Estoy siempre cansada. Cansada de tanta mierda, de estar pensando en pesarme todo el día, de seguir en el mismo peso desde ENERO. Que no he subido, lo cual es bueno. Que he bajado, que qué manía tengo de mirarle siempre lo malo a todo.

Podría ser súper happy-positiva y decir que cuando llegué a casa después de que acabara mi 'independencia' pesaba 61, y no pasa nada. Podría decir que bajé a 53.8 muriéndome de hambre, después de una semana o dos comiendo una puta pieza de fruta al día. De esas mierdas podría hablaros durante mucho tiempo, pero paso.

Lo que estoy harta es de pensar en mi mierda de cuerpo y que no merezco absolutamente nada físico. No vamos a hablar de lo que merezco a nivel profesiona-económico-social-emocional porque, de nuevo, podría tirarme año y medio contando las mismas chorradas de siempre.

Pero estoy harta de ser fea. De ser gorda. De mi piel seca, de mis puntos negros. De mi pelo corto, castaño y encrespado. De mis dientes torcidos, de mis uñas comidas, de mis tetas pequeñas. De mis piernas gordas y torcidas.
Estoy harta de pensar que mi novio, el que me ha querido y soportado durante tantos años, que está conmigo por estar, porque quién querría estar con una fea, gorda, estúpida y sin estudios. Porque también pienso eso. Harta de pensar en que posiblemente nadie se vaya a fijar en mí, por todo lo malo que tengo. Porque tengo el pelo corto y feo, porque todavía no sé maquillarme y porque visto fatal. Eso también. Porque no soy perfecta y porque tampoco le echo ganas para serlo.

Harta de, no sé, de tener una autoestima de mierda. O que el listón esté tan alto.
No recuerdo la última vez que vi a ninguna chica normalita. De peso normal, de cara normal, con un pelo normal, una vestimenta normal. No lo entiendo, no puedo con ello.
Salir a la calle es un puto suplicio. Ellas, las divas. Y ellos, los perros babosos.
Es insoportable, y estoy tan harta.

Cuando empecé a hacer dieta, hubo una etapa en la que me estanqué en 57 kilos, igual que ahora. Después de haber pesado 64, estar con un 5 era genial. Estar con un 57 era estupendo. Me sentía radiante, me ponía pantalones apretados, me podía poner escotes, llevaba tacones, en fin, tenía ganas de arreglarme porque me sentía bien. Me sentía bien porque me gustaba arreglarme.
Ahora es todo lo contrario, estoy en una fase de cansancio absoluto, me siento una mierda sola, y si alrededor hay cualquier tía (=diva), me siento una puta mierda.

Todos somos iguales, pero parece que todos son mejores que yo. Sin excepción.

Reflexión acabada, espero que estéis bien.